jueves, 21 de octubre de 2010

lunes, 18 de octubre de 2010

Rural


Esta noche padezco de insomnio común debido a que me acabo de comprar un billete a Tenerife con el cual mi madre se ha mostrado bastante disconforme y aunque yo diga que me importa una papa arrugá la verdad es que no me la suda para nada.

Llevo infinito tiempo sin pasar por aquí. Pero ni por aquí ni por el cuaderno. Con esta chatarra vuelvo a tocar sus viejas hojas y como "todo se escribe para ser leido" aquí estoy siendo fiel a ese pensamiento. Porque el que diga que solo escribe para sí mismo... una de dos: o está deseandito de que violen sus parrafadas o es que no escribe un mojo picón. Y todo esto no viene a cuento. Yo me proponía a contar la historia que me ocurrió hace 12 o 10 años sobre el cerdo volador. Pero esta la dejo para otro día que tenga más ganas.

Y un poco a cuento viene esta otra historia ocurrida allá por febrero de 2009 en la fría Berlín mientras caminábamos con la gente del Free Tour nocturno o ruta de los bares y discotecas más curiosas. Como normalmente, se acerca un Spaniard (simplifico):
- Ey, ¿qué tal chicos? Sois españoles, yo soy de Madrid. ¿Vosotros?
A lo que respondimos:
- Yo de La Laguna.
- Yo de Pozoblanco.
- Yo de Carrión de Calatrava.
- Yo de Almería.
Contestando el susodicho con voz y semblante dudosos:
- Aaaahhh... entonces... vosotros sois rurales.