sábado, 11 de junio de 2011

Bittersweet Saturday


Era el típico momento para analizarse. “Tengo las rodillas demasiado puntiagudas”, “la costra del talón por los tacones de la otra noche debería haberse desprendido ya”, “¿esta venita acabará por convertirse en una variz?"

El momento era perfecto entre tantas imperfecciones. El modo aleatorio parecía comprender la situación. El airecillo del cuarenta de mayo hacía temblar los alambres de tender la ropa dejando caer el sostén de lunaritos.

1 comentario:

dark dijo...

No sé qué decir...